domingo, 16 de noviembre de 2008

método

(57ª parada)
"Tú que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo?"
(Epístola de San Pablo a los Romanos, cap. 2: 21)

Desde que conozco la obra de arquitectos como Smiljan Radic (siento especial debilidad por su producción) o Mathias Klotz, ambos nacidos en el año 1965, soy un convencido de que merece la pena seguir la trayectoria de las nuevas generaciones que Chile está arrojando al panorama de la arquitectura. Y, curiosamente, esta frase introductoria no la digo ahora a propósito de los jóvenes arquitectos chilenos (que cada uno limite la juventud a la edad que le parezca), sino de otro, nacido en 1949, que también es interesante seguir bien de cerca. A Germán del Sol Guzmán es posible que el público español lo conozca por ser el autor del pabellón de Chile en la Expo-92 de Sevilla (¡qué lejos queda ya todo eso!). Su relación con España viene de mucho antes, pues cursó los tres últimos años de la carrera en la ETSAB (la escuela técnica superior de arquitectura de Barcelona) y estableció su propio estudio en la ciudad condal hasta 1979. Por su hotel Remota en la Patagonia chilena (excelente proyecto), recibió el Premio Nacional de Arquitectura en 2006 ...y buscando información al respecto, me había topado con un blog que Germán escribe a modo de cartas. Ahí queda expuesta, de forma sencilla, su genialidad en pequeños trozos de gran valor, como diamantes o pepitas de oro.

En fin, cuento todo esto porque, en una de esas cartas suyas, trata un tema que puede llegar a ser obsesión para los artistas. Sobre todo para los que estamos abonados al perfeccionismo (y ni te cuento si lo es al perfeccionismo neurótico, tan paralizante). Creo que perseguimos la consecución de un método de trabajo propio y personal, un sello de identidad que garantice unos resultados inconfundibles sin lugar a dudas, como si de la piedra filosofal de los alquimistas se tratara. Pero las palabras que leí en ese blog me llenaron de tanta satisfacción y me sentí tan reconfortado por su diáfano magisterio, que me ha parecido conveniente reproducirlas. Igual que una montaña que convierte en eco lo que despierta sus entrañas. Y decido ser montaña repetidora en este caso porque realmente el texto de Germán del Sol me resultó extraordinario. La carta parece escrita pensando en sus alumnos... pero creo que puede servir tanto a estudiantes como a arquitectos noveles e incluso a muchos veteranos. No lo dudo. Otros, en cambio, no podrán entenderlo: están demasiado ensimismados, endiosados y seguros en sus "métodos" como para aceptar nada de nadie (siempre me han parecido los peores, por más palmaditas en la espalda que se lleven). Nunca es tarde para seguir aprendiendo, si es que de verdad se quiere seguir aprendiendo. Maestros no faltan.

NO HAY MÉTODO. SE HACE CAMINO AL ANDAR.

Trato de enseñarles a mis alumnos a superar la hoja en blanco
tratando de olvidar las ideas conocidas y los prejuicios arraigados,
haciendo los primeros croquis de la obra sin tratar de acertar
y por eso, sin ningún temor a equivocarse.

Les enseño a fracasar contentos,
porque creo que una buena obra de arquitectura,
está hecha en un 99% de errores,
que se reconocen y se corrigen
si detrás de ella hay un salvaje domado,
que son nuestros egos y nosotros mismos.

Por eso digo que el error es bello.
La arruga es bella si se recibe como un bien inevitable.
Errar significa también vagar sin saber muy bien hacia dónde uno se dirige.
Derrota es el nombre que le dan los marinos
al rumbo apropiado de un barco en la mar,
y Derrotero es el libro que contiene las Derrotas.

Tal vez, no se puede pedir que los primeros pasos sean buenos
para encaminar un buen proyecto.
Porque un buen proyecto no es una suma de pasos correctos,
sino el fruto de una decisión correcta tomada a tiempo en cualquier momento,
a lo mejor en plena crisis del proyecto.
Y que es correcta,
si logra reunir todas las ideas buenas y malas sueltas,
en algo mayor que es el proyecto.

Tal vez, y como dice mi hermano Patricio,
..."no importa tanto que todo sea bueno,
como que sea bueno el todo"...

Y a ese todo se llega, si se llega,
pensando con libertad sin temor a equivocarse
y sin poner a prueba a cada rato el proyecto.

No conozco ningún método para hacer arquitectura,
que no sea lo que Machado llamó tan bellamente
...“se hace camino al andar”...
y en arquitectura se hace camino,
en la constante prueba y error.

Pruebas que no se hacen al tuntún,
sino con una intención clara,
y dedicándose al trabajo.

Trato de transmitir mi amor al oficio,
más que el oficio mismo.
Como dice León Felipe, otro gran poeta español,
“No sabiendo los oficios, los haremos con respeto.
Para enterrar a los muertos
como debemos,
cualquiera sirve, cualquiera... menos un sepulturero”.

Trato de enseñar a mis alumnos
a detenerse por lo menos cinco horas diarias;
a no confundir lo importante con lo urgente:
en un momento puede ser urgente ir al baño,
pero lo importante sigue ahí pendiente,
y no hay que distraerse,
hasta, como dice Alberto Cruz,
"arrear las vacas hasta el corral".

Es decir, les enseño a estar disponibles
a la hora que sea que se presente el espíritu
que alienta las cosas y les da vida,
que es para mí lo que persigue la arquitectura:
dar casas, calles y plazas con esa profundidad
que las hace fecundas para la vida,
tal vez porque muestra el esplendor de la condición humana
tal como es, con sus miserias y grandezas.

Para animar a los alumnos de arquitectura
a aventurarse mas allá de las obras conocidas y celebradas en revistas;
quizá haya que transmitirles la confianza absoluta
en que si observan bien
siempre descubrirán algo nuevo
entre las mismas cosas de siempre,
y aunque al principio el resultado de su trabajo sea malo
probando y probando se hará cada vez mejor.

Quizá así cada uno se enamora finalmente de su oficio,
y no está tan fácilmente dispuesto a hacer cualquier cosa
para ganarse bien la vida,
porque sabe exigirse a sí mismo
todo lo que puede dar,
como dicen los futbolistas.

Un abrazo

Germán del Sol
20 de Abril de 2007

Nunca se deja de ser alumno, aunque cada día se deje de serlo.

FOTO 1: Smiljan RADIC. Habitación para dos personas (1992-96, 1997); San Miguel, Isla de Chiloé.
FOTO 2: Mathias KLOTZ. Colegio Altamira (2000); Santiago de Chile.
FOTO 3: Germán DEL SOL. Hotel Remota (2005-06); Puerto Natales, Patagonia chilena.

16 comentarios:

  1. Muy interesante, amigo.
    Hacer bien en ser eco de esas enseñanzas de un buen profesor.
    Yo, que no soy arquitecto más que de la construcción de la propia vida pero siempre he sido maestro, me siento enormemente identificado con el sentir de Germán del Sol.
    Y es que en todo proceso creativo lo malo es sólo el error no corregido.
    El error que se corrige es positivo porque nos quita el miedo a enfrentarnos a la hoja en blanco de nuestro proyecto.

    Gracias por la reflexión, amigo.

    Un abrazo.

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  2. Volveré a leerlo un poco más tarde, que tiene musha hondura.

    Saludos

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  3. Estimado Raindrop!!!genial parada esta tuya, desde luego... vale igual este texto, para los alumnos de arquitectura que para cualquier alumno, hasta de la vida misma, que cosas bonitas se dicen aquí. Se la voy a pasar a un joven arquitecto de tu parte vale?

    Sigue siendo un auténtico placer leerte y hacer estas paradas contigo.
    Abrazos

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  4. Qué tío qué gusto cómo habla no?

    E hijo, tú eliges genial las frases con las que inicias tus post!

    Me quedo con "no importa tanto que todo sea bueno,
    como que sea bueno el todo" y me la quedo para aplicarla en la vida ya que si nos empeñamos en que todo sea bueno quizá nunca completemos nada ni lleguemos a un todo bueno.

    Besos guapo!!!

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  5. Si pudiera, pondría estas frases en algún lugar donde siempre pudiera verlas. El maldito perfeccionismo se ha dejado muchos genios en sus mazmorras, pero nunca es tarde para cambiar. Yo no me considero genio, pero sí que tengo un par de grilletes esperándome cada día. La próxima vez, los tiraré a la basura.

    Un abrazo

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  6. Y nadie dijo que el camino iba a ser fácil, no?

    Estoy de acuerdo totalmente con lo que da pie a reflexión en estas frases.

    Cuando estudiaba, la meta de casi todos mis compañer@s era, a simple vista.... triunfar, y a ser posible...ya.

    A veces todavía creo que he abandonado un sueño, pero no, sé que no, sé que hay que andar poco a poco. Y que los sueños, las metas, mientras nos sigan ilusionando son posibles.

    Y ahora veo que no voy mal desencaminada. Aunque no iba a cambiar de forma de actuar de todos modos!jeje

    Gracias porque me ha gustado leer este post tan positivo para mi punto de vista.

    Besos

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  7. Con la sobriedad que te caracteriza, me dejas con la necesidad de releerte, despacio.
    Un autor genial el de la pedagogía, (eso si que lo puedo ver).
    A la noche cogeré internet. Entonces, ya te digo, ...

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  8. Método sí sí, el método que nos tienes que contar, de como ligas tanto, guapetón! dónde están esos ojazos que salían de título eh!!!

    me alegro de estar por aquí de nuevo,no sabes cuanto..

    Besos sin prisas muackkkkkkkkkk

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  9. El método prueba-error es el de la vida misma. Siempre creí que los golpes, los errores, las equivocaciones te hacen avanzar y ver las cosas más claras
    Claro que en la arquitectura también ocurrirá lo mismo no?
    Me ha encantado esta frase:
    Trato de enseñarles a mis alumnos a superar la hoja en blanco
    tratando de olvidar las ideas conocidas y los prejuicios arraigados,
    haciendo los primeros croquis de la obra sin tratar de acertar
    y por eso, sin ningún temor a equivocarse.


    Un beso

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  10. ybris
    La arquitectura más importante es la de la propia vida y ahí estos consejos también son muy útiles.
    Tienes razón en lo que dices de los errores corregidos y no corregidos, ya lo creo.
    un fuerte abrazo

    el instigador
    Aquí seguirá :D
    abrazos

    sara
    Sí, es cierto: sirve para cualquier alumno. Y espero que le guste a ese arquitecto que mencionas. Recomiéndale también la obra de Germán del Sol, que es muy interesante.
    besos

    soloyo
    Lo clavas, amiga mía. Me cuesta elegir una frase mejor entre tantas buenas, pero esa me hizo vibrar de una forma especial. A fin de cuentas, es difícil encontrar a alguien que sea bueno en todo pero seguro que eso no merma lo excelente que llega a ser para quien lo conoce (y lo quiere).
    besos

    carmen
    Sé de qué me hablas... ¡maldito perfeccionismo! A veces siento cómo me maniata y no me deja avanzar.
    A la hoguera con él :D
    besos

    xiketä
    Me alegra un montón si te ha ayudado. En ocasiones, se lee algo que no hace que variemos el rumbo, sino que lo confirma. En cualquier caso, ayuda.
    Pero me quedo con eso de que el método es que no hay método. Ahora depende de la integridad de cada uno.
    besos

    yuria
    Hasta la noche, entonces ;D
    Y que lo releas a gustito.
    besos

    tormenta
    jajajaj los ojos los llevo puestos. Y de ligar, nada, mi niña. Que llevo una vida monacal que asusta :D En unos días firmo los papeles definitivos del divorcio y no estoy con muchas ganas de marsha. Ya ves: lento, lento. Aún no se me ha quitado el gusto a fracaso.
    Pero bueno, nada de penas... con el alegrón tan grandísimo que me has dado con tu retonno.
    un besazo

    avellaneda
    El método prueba-error se empleó mucho en arquitectura (¡la de catedrales-prueba que se vinieron abajo!). Lo malo es que ahora la peña se mosquea por cualquier cosilla y nos enchironan. Bueno, que unas simples humedades en una pared ya te tienen en vilo... A veces, ya no sé si somos abotectos, con tantas leyes y normativas que hay que aplicar (ya sabes, todas de obligado cumplimiento... cumplimiento, porque cumplo y miento ;D)
    besos

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  11. ... Y aunque al principio su trabajo no sea la nota esperada.

    No retires su confianza, no mates su ilusión, deja que construya un ego, un sello personal. Un tono en el aprendizaje.

    ... ¿Donde escondisteis a Gaudí?

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  12. Es cierto, reconforta mucho descubrir que los grandes maestros son capaces de entender la angustia, el sufrimiento del bloqueo creativo de los que están de estreno y de los que no. Me han gustado muchas partes de la carta de Germán del Sol Guzmán (por cierto, yo sí recuerdo el pabellón de Chile de la Expo de Sevilla, con el trozo de iceberg incluido, y lo recuerdo impresionante), algunas te las han destacado ya Avellaneda y Soloyo, y casi me gustaría tatuármelas en el alma. Pero me ha gustado especialmente cómo define la derrota: "Derrota es el nombre que le dan los marinos al rumbo apropiado de un barco en la mar, y Derrotero es el libro que contiene las Derrotas". ¡¡Cómo se crece la pequeñez de una ante esto!!
    Un besazo.

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  13. Estoy de acuerdo con lo de " se hace camino al andar" pero creo que el camino es más fácil si hay algún indicio de alguien que haya pasado antes limpiando la maleza. Todos los que de alguna manera escribimos nos enfrentamos al reto de la hoja en blanco y seguro que preferimos que el todo sea bueno antes que sea todo bueno. Cuando alguien me habla de las autopistas suizas, el civismo británico, la laboriosidad alemana, yo pienso que todo eso está muy bien, pero lo que yo deseo para mi país es una magnífica educación. Y vamos de craneo.. Hay muchas formas de enseñar, muchas materias a impartir pero la cultura, la educación y el civismo no se obtienen en la calle, se consiguen en la escuela y en casa.

    Si cuidaramos la educación desde la infancia con métodos eficaces, con profesores con autoridad, que no autoritarios, este país cambiaría en dos generaciones que no "lo conocería ni la madre que lo parió"

    Un fuerte abrazo.

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  14. Nos dejas una lección de categoría. Una lección que nos sirve a todos. Me has hecho recapacitar en muchas cosas En primer lugar en un perfeccionismo que me persiguió en esa etapa compleja de la vida llamada adolescencia, y que como dices, es paralizante.Por contra, Germán habla de fracasar cotentos, y hay que aplaudir esta idea, porque mientras estamos fracasando es que estamos trabajando, es que lo estamos intentando. Es más habla de que enseña SIN QUE TRATEN DE ACERTAR, de ahí que no pueda surgir temor alguno a equivocarse y esto es fantástico.Cuántas veces ante un ejercicio nos paralizó la inseguridad por el miedo a equivocarnos.

    Me encanta esto del "salvaje domado": nuestros egos y nosotros mismos. ¿Te das cuenta como yo me doy de la razón que tiene. Ningún salvaje más salvaje y temerario que nuestro propio ego.

    Es que me gustan muchas cosas que dice… olvidar los prejuicios arraigados, lo cual es renovarse, reciclarse, tan urgente hoy en día.
    Esto que te reseño ahora me ocurrió este viernes en clase:
    un buen proyecto no es una suma de pasos correctos,
    sino el fruto de una decisión correcta tomada a tiempo en cualquier momento,
    a lo mejor en plena crisis del proyecto.
    Y que es correcta
    en una hora de crisis creo que salió un gran avance para los pequeños enanos más despistados.
    Y, termino, estupendo lo de Patricio, el hermano del arquitecto(que seguramente también sea arquitecto)
    ..."no importa tanto que todo sea bueno,
    como que sea bueno el todo"...
    Qué gran paradoja y juego de palabras!

    En fin , nos has dejado todo un Proyecto Didáctico.
    GrACIAS
    .........
    (Disculpa mi retraso. Tuve visitas hasta tarde, de pésame, por el fallecimiento reciente de mi padre).

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  15. Bueno... no te precoupes,ya sabes que dice el refrán, las cosas de palacio van despacio...

    Un beso gordo!.

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  16. Susana
    hmmmm... "construir egos". Depende de qué tipo de egos. Más me gustaría que algunos de esos egos mal construidos se fueran desmontando.
    A Gaudí nos lo atropelló un tranvía y parece ser que no le hicieron mucho caso por su aspecto un poco descuidado (look pordiosero). Ya no le dejan a uno ni vestir como le apetezca.
    besos

    Tamara
    Esa frase que comentas fue la definitiva que me llevó a reproducir el texto íntegro en lugar de una selección. No encontré partes prescindibles.
    besos

    el instigador
    Sí, estoy de acuerdo contigo. Pero hay muchas fases en la educación. Está, por un lado, esa más primaria que mencionas. Pero, a nivel universitario (lo que plantea el texto), si no se ha superado esa fase es cuando hay que plantearse que realmente Houston, we have a problem...
    Y creo que, visto lo visto, sí que tenemos un problema.
    un abrazo

    Yuria
    Has puesto todos los puntos sobre las íes. Ya veo que te ha gustado el texto de Germán del Sol.
    Y no te disculpes por tardanza, que mi casa siempre-siempre está abierta para ti, 24 horas al día los 7 días de la semana. Así que nunca puedes llegar tarde :D
    besos

    Tormenta
    jajaj y las que no son de palacio, también ;P
    besos

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