domingo, 24 de julio de 2011

escaparatismo

(área de descanso nº 139)
"Un barco está a salvo en el puerto. Pero no se han construido los barcos para eso".
(William Shedd)

Aquí estamos. Sentados cara a cara, tú a un lado de la mesa y yo en el lado opuesto. Parapetados cada uno detrás de su copa.
Por momentos, creo que me confundes con un reclutador de recursos humanos. Y me conviertes en mero espectador mientras repasas tu currículum, alardeas de tus logros y narras tus éxitos sin dejarte ni uno. Estaría a punto de hacerte la ola si no fuera porque llevo un buen rato en que mis oídos se han desconectado de tu verborrea fatigosa y ya solo me refugio en la contemplación de tu lenguaje no verbal, que me habla mucho más de ti que tu lista de greatest hits.
Me hablas a través de la forma en que, alternadamente, me miras y esquivas mi mirada, perdiéndote en un punto de fuga muy lejano, por encima de mi hombro izquierdo. También me hablan tus manos, agitadas con armonía, dibujando mundos, acariciando el aire por momentos. Por cierto, qué bellas manos y cómo se nota que las cuidas con esmero. Eso también me habla de ti. De tu boca, pródiga en palabras que ya no escucho, aprendo asimismo por la manera en que se frunce o se estira al pronunciar. Ahora arrugas la comisura, ahora enseñas los dientes... Se mueve tu nariz con gracia cuando hablas y me está empezando a hipnotizar ese leve vaivén que, si en principio era imperceptible, ahora me parece el único movimiento en todo el local. Me aparto de este juego antes de que adviertas que te estoy leyendo en otro libro distinto al que tú me relatas. Y ahora paseo por ese hombro que acabas de elevar o la espalda que se arquea y me lleva hasta tu cuello, que se estira a juego.

Y sigues hablando. Entiendo que te mueves segura bajo la protección de tus relatos de hazañas personales, pero no acabas de entender que en absoluto estoy interesado en ello. Sobre todo, cuando encuentro cosas más fascinantes en las que espaciarnos... como, por ejemplo, esa realidad que esquivas aunque todo tu cuerpo la grita al unísono.
Extraño juego de seducción: me muestras tus naipes, pero en medio de una partida de ajedrez. Y creo que ya no puedo soportarlo más. En un brevísimo instante en que tomas aire para proseguir, te interrumpo.

- Por favor, termina con eso de una vez.

Es exactamente lo que estaba en mi cabeza. Sin embargo, escucho lo que acaba de salir de mi boca y no es lo mismo.

- ¿Qué te parece si pedimos otra ronda?



viernes, 15 de julio de 2011

se acaba el cuarto, comienza el quinto

(área de descanso nº 138)
···············- ¡Oh, sorpresa, ha vuelto!
···············- No, no he vuelto todavía. Pero dejé los deberes hechos antes de irme (¡ventajas de las publicaciones automáticas!)
···············- Y entonces, ¿a qué se debe esta irrupción automática?
···············- Solo fíjate en la fecha y ahí encontrarás el motivo.

Garudā es un ave mítica, un enorme pájaro semidivino en el hinduismo. En el Mahābhārata se cuenta cómo los dioses se amedrentaron con el fulgor que desprendía todo su plumaje y lo reconocieron como uno de los suyos, llamándolo Fuego y Sol. También lo hicieron su mensajero (a la manera de un Hermes griego o un Mercurio romano), a la vez que es el vehículo alado de Vishnú.
Pero aún queda algo interesante. Más al oriente, Garudā aparece en versiones particulares del mito del ave Fénix, un pájaro que, consumido por el fuego, vuelve luego a resurgir de sus propias cenizas. Hermosa figura, hermosa metáfora. Y muy fecunda en significados y aplicaciones diversas... ¿Cómo no sentirse identificado en alguna ocasión con un ser que vuelve a rehacerse a sí mismo, que renace con más esplendor una vez superada la prueba de fuego?


Gobelins, l'école de l'image, es un centro de formación dedicado a las artes visuales y radicado en París, cerca del Barrio Latino. Su Departamento de Cine de Animación le ha granjeado merecida fama a nivel internacional. Para el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy de 2008 (precisamente, la misma edición que también citaré otro día a propósito de un vídeo que quisiera compartir), la escuela de imagen Gobelins elaboró el corto (¡y tan corto! solo dura 1'16'' ...y sin los créditos se queda en apenas unos 45'') que puede disfrutarse a continuación. Una joyita audiovisual en que, metafóricamente, se cuenta cómo un muchachito emprende la persecución de sus sueños. Me ha parecido una forma ideal de celebrar aniversario bloguero. Sí, hoy, 15 de julio, ya son 4 años viajando... Encontrando tantas razones para seguir como un ave Fénix que renace de sus cenizas. Y siguiendo con ilusión a toda aquella gente brillante de quien se puede aprender, por ejemplo, que existe una forma de contar las antiguas leyendas con tal elegancia, sencillez y belleza que resultan cautivadoras.

...por cierto, gracias Aurora, porque este corto lo vi por primera vez en tu blog ;D

sábado, 9 de julio de 2011

(desconexión temporal)

Hola.
En esta ocasión me toca hablar de parte de raindrop, porque él se ha marchado. El muy flojo me ha encargado que os diga que estaba necesitado de unos días de desconexión. Y va y se me los toma, sin preaviso ni nada... y me deja (bueno, nos deja a los dos hermanitos, a mí y a ih8mondays) totalmente huérfanos de autor durante unos días. Bueno, él es así. Muchas veces siente el vértigo de lo virtual y necesita poner los pies en la tierra para que se le pase. Nada grave.
Eso sí, me ha rogado encarecidamente que no me olvide de transmitiros a todos los lectores, asiduos o no tan asiduos, pero ya entrañables amigos, lo mucho que os aprecia y en la alta estima que os tiene. Me ha comentado en petit comité que estos días de desconexión se le pasarán rápidos, porque todo lo bueno se hace breve, pero también transcurrirán lentos a la espera de volver hasta aquí y a vuestras casas a ponerse al día con esas palabras que escribís y con las que tanto se deleita. Pero no se puede tener todo en la vida... y habiendo tiempo para esto y para aquello, ha decidido que ahora tocaba esto. Por unos días, nada más.

Mientras tanto, quedará aquí este post, que desaparecerá a su vuelta. En el sitio de mi hermanito pequeño, en ih8mondays, raindrop se ha comprometido a seguir el ritmo de publicación habitual de cada lunes (gracias a la opción de publicación automática, siendo que la ausencia será breve, porque el lunes seguirá siendo lunes para todos y hay que ponerle la nota distintiva). Y la única cosa diferente en estos días es que la opción de moderación de comentarios estará activada hasta que todo vuelva a su curso normal.

Y creo que no me olvido de nada. Eso es todo.
Hasta pronto, besos y abrazos.

Actualización (19 de julio de 2011)
Había pensado suprimir este post a la vuelta (por eso dejé desactivada la opción de incluir comentarios en él),
pero me parece bien que quede como una etapa más en este viaje.
Con sus descansos y sus caminares. Con sus idas y venidas, sus marchas y sus pausas.
Y el camino sigue haciéndose de nuevo, con cada paso.

miércoles, 6 de julio de 2011

pangea

(área de descanso nº 137)
"La verdad es que
grietas
no faltan
(...)".
(Mario Benedetti)

¿Y si me diera por aventurar posibles pasados remotos? Solo como juego, nada de afán científico.
También te habrán contado a ti eso de que antiguamente los continentes estaban unidos en uno solo, al que se le ha llamado Pangea (es decir, "toda la tierra"). Hasta ahí, bien. Ahora entro yo con la imaginación.
Y pienso: ¿el ser humano comenzó a habitar el planeta antes o después de que los continentes se separaran? ¿Tú qué crees? Ya sabes, solo como juego, dejando volar la imaginación.

Me inclinaría a pensar como más probable la opción "después de". Sinceramente, me cuesta imaginar al ser humano viviendo en un mundo que no esté dividido. La otra opción es que apareciera en el mundo pangeático y que nuestros propios antepasados, horripilados por un mundo sin fronteras físicas debidamente acusadas, acabaran por agrietarlo de tal manera que provocaran la separación de los continentes. Empujando en dirección contraria al vecino. Ríete de la tectónica de placas.
Luego, el desarrollo humano llevó a técnicas menos traumáticas para las tierras emergidas y se inventaron las fronteras políticas: grietas sobre los mapas con las que justificar más de un conflicto. Cosas de la civilización y el progreso.
Pero reconozco que me producen enorme fatiga estos juegos que no terminan bien, así que no te importe si lo dejo aquí mismo. Sobre grietas y divisiones socio-político-económicas, ya están las noticias llenas. Será que tenemos poca vocación ingenieril, pero eso de convertir muros en puentes se ha quedado apenas en una bonita expresión con escasas manifestaciones en el devenir de los países.

Pensaba ahora en otras grietas y divisiones. Nuestro cerebro está físicamente "dividido" por una gran grieta en el centro, dejando dos mitades a derecha e izquierda. Los que han estudiado este órgano nos han dicho, grosso modo, que en una parte se controla nuestro ser más emocional (en la derecha) y en la otra el más racional (en la izquierda). Sin embargo, aun presentando un rasgo morfológico tan acusado, nuestra manera de entender las cosas no puede ser dividida tan drásticamente. En realidad, lo mezclamos todo. Afortunadamente.
Pero esa tendencia que tenemos de desmenuzar la Pangea sigue también presente hoy en día en la forma en que percibimos, conocemos, aprendemos. Quizás el arquetípico hombre renacentista entendiera nuestra especialización como un severo límite al conocimiento. Por nuestra parte, lo que entendemos es que la especialización es la única forma de sobrevivir en la maraña e inmensidad de un todo ya imposible siquiera de imaginar en su amplitud, cuánto menos de abarcar.
Dicho de un modo más gráfico: si lo que conocemos se pudiera representar por el área de un círculo, está claro que al aumentar nuestro conocimiento, es decir, al aumentar el área del círculo, también aumenta la longitud de la circunferencia, que es la frontera con lo desconocido. Pero, ¿avanzaremos siguiendo sectores circulares (avance rápido en una dirección concreta, descuidando el resto, o lo que es lo mismo: conocimiento repartido en radios de muy distinta longitud) o avanzaremos siguiendo coronas circulares (avance más lento en todas las direcciones pero manteniendo un equilibrio en todas las áreas, con radios de longitudes semejantes)? No me refiero tanto al avance del conocimiento del total de la humanidad, puesto que podemos repartírnoslo y ahí la especialización se entiende de otra forma, sino al avance del conocimiento individual. Ambas tienen sus pros y sus contras, evidentemente. Y pasaríamos a hablar de la utilidad del conocimiento en el sentido más pragmático o de una formación integral que cada vez parece más irreal.

Casi como si de una legítima justificación de ignorancia se tratara, se repite en demasiadas ocasiones la expresión "soy de ciencias" o "soy de letras" (y ahí queda eso), la gran división del mundo del saber que, en mi caso, me vino impuesta después de cursar el 2º del B.U.P., a los 16 años.
Que alguien diga "soy de ciencias" (y ahí queda eso), tratándose de un ser humano, por tanto con una creatividad innata y una capacidad para deleitarse en cualquier campo artístico o fruto del genio humanístico, resulta una limitación incomprensible. De la misma manera que no se puede entender que alguien diga "soy de letras" (y ahí queda eso), viviendo en un mundo y en un cosmos sujeto a leyes físicas y que habla el lenguaje de la ciencia, expresado en términos matemáticos. Por más que sigamos triturando la Pangea (lo que queda de ella) con grietas que no vienen a cuento, lo cierto es que todo está muchísimo más interconectado y hermosamente relacionado de lo que pretendemos con estos simplismos.

Una imagen más para terminar. Imagina una barrica. Su cuerpo está formado por unas piezas de madera, llamadas duelas, que van de una tapa a la otra del tonel. Todas las piezas tienen la misma dimensión, que es la que determina la altura de la barrica y, por tanto, el volumen de líquido (o lo que sea) que vaya a contener. Imagina ahora que cambia la longitud de las duelas. Unas serán muy cortas y otras serán muy largas, respecto a la longitud media del total de duelas. Y se construye una barrica con estas duelas de forma que, desde la base, unas llegan a poca altura y otras alcanzan cotas más altas. Se atan las duelas con los anillos metálicos y se cierra por debajo (donde todas las duelas están juntas), pero no por arriba (donde hay unas duelas que no alcanzan la misma altura que otras). Bien, ahora se trata de llenar la barrica. Es incuestionable que la altura máxima que alcanzará el líquido en la barrica será la misma que tenga la duela más baja. Si se pretende seguir llenando a partir de ahí, el líquido se derramará fuera de la barrica. No importa cómo sean de altas las duelas más alargadas (la solución no estará en hacer más largas las que ya son largas), el factor que provoca el derramamiento es la escasa longitud de algunas duelas.
Pienso que con el conocimiento puede pasar otro tanto: no importa cuánto conozcamos sobre ciertos temas en concreto, nuestro saber se derramará sin remedio si no somos capaces de aprender más sobre otros temas también esenciales y de los que ignoramos casi todo. Esta ignorancia imposibilita que seamos capaces de relacionar armoniosamente las partes del todo y de saborear con agrado el maravilloso sendero del conocimiento.

viernes, 1 de julio de 2011

4'33''

(área de descanso nº 136)

En el año 1952, el influyente y vanguardista compositor estadounidense John Cage ideó una peculiar composición musical. Su título es 4'33'' (four minutes, thirty-three seconds) y se trata de una obra en tres movimientos que puede ser interpretada por cualquier instrumento o conjunto instrumental.
Quien lo desee, puede escuchar esta pieza en (por ejemplo) el siguiente vídeo, que además de la obra propiamente dicha contiene una presentación-introducción y una despedida-conclusión:


¿Una tomadura de pelo? Quizás sí, quizás no.
Si parece serlo en apariencia, creo que no lo es en su contenido más profundo.
En el supuesto silencio de esta obra se encuentra el regalo de una forma distinta de escuchar en medio de un mundo excesivamente intoxicado de ruido y frenesí... ¿Acaso durante esos poco más de 4 minutos y medio no se escucha nada? Si uno afina bien, puede oír una multitud de sonidos "residuales": ruidos del exterior, el ambiente más inmediato, la propia respiración y el ritmo cardíaco... incluso los propios pensamientos. Cada espectador escuchará algo distinto y será distinto (lleno de percepciones y sensaciones particulares) en otras ocasiones en que se vuelva a escuchar esta obra.

Cada vez cuesta más que se respete un minuto de silencio en algunos actos (por ejemplo, en estadios deportivos): o empieza inmediatamente el runrún del público o se acorta deliberadamente el tiempo y queda en un minuto simbólico, para evitar que a alguien le dé un síncope por la falta de ruido y sobredosis de sosiego y reflexión. Es, una vez más, la demostración del horror vacuii, bastante inexplicable (pero constatable en muchas personas) cuando ese vacío significa quedarse a solas con uno mismo.
Resulta sorprendente que incluso en este tipo de obras se evite ese total vacío. Un "Tacet" como única palabra en la partitura de 4'33'' o un ingrávido cuadrado blanco sobre un fondo blanco en la obra suprematista de Malevich de semejante título.


Es muy posible que le sobre ruido a nuestra existencia. La vida moderna tiene exceso de decibelios y nuestra salud (física y mental, demasiado interconectadas) se resiente con el abuso.
El verano está recién estrenado (en el hemisferio norte, claro) y suele ser una época bulliciosa. Como contrapartida, las vacaciones permiten jornadas más llenas de relax. Pienso que la recomendación de escuchar de vez en cuando este 4'33'' no vendría tan mal. Hoy estrenamos mes e inauguramos también el último semestre de un año que discurre veloz. Pero siempre tenemos la oportunidad de deleitarnos con el paso de nuestros 273 segundos de sosiego.

Bueno, y no hay que preocuparse de que la SGAE quiera cobrarnos por tararear la obra de Cage por la calle o en la ducha.
¡Qué alivio!