sábado, 9 de julio de 2011

(desconexión temporal)

Hola.
En esta ocasión me toca hablar de parte de raindrop, porque él se ha marchado. El muy flojo me ha encargado que os diga que estaba necesitado de unos días de desconexión. Y va y se me los toma, sin preaviso ni nada... y me deja (bueno, nos deja a los dos hermanitos, a mí y a ih8mondays) totalmente huérfanos de autor durante unos días. Bueno, él es así. Muchas veces siente el vértigo de lo virtual y necesita poner los pies en la tierra para que se le pase. Nada grave.
Eso sí, me ha rogado encarecidamente que no me olvide de transmitiros a todos los lectores, asiduos o no tan asiduos, pero ya entrañables amigos, lo mucho que os aprecia y en la alta estima que os tiene. Me ha comentado en petit comité que estos días de desconexión se le pasarán rápidos, porque todo lo bueno se hace breve, pero también transcurrirán lentos a la espera de volver hasta aquí y a vuestras casas a ponerse al día con esas palabras que escribís y con las que tanto se deleita. Pero no se puede tener todo en la vida... y habiendo tiempo para esto y para aquello, ha decidido que ahora tocaba esto. Por unos días, nada más.

Mientras tanto, quedará aquí este post, que desaparecerá a su vuelta. En el sitio de mi hermanito pequeño, en ih8mondays, raindrop se ha comprometido a seguir el ritmo de publicación habitual de cada lunes (gracias a la opción de publicación automática, siendo que la ausencia será breve, porque el lunes seguirá siendo lunes para todos y hay que ponerle la nota distintiva). Y la única cosa diferente en estos días es que la opción de moderación de comentarios estará activada hasta que todo vuelva a su curso normal.

Y creo que no me olvido de nada. Eso es todo.
Hasta pronto, besos y abrazos.

Actualización (19 de julio de 2011)
Había pensado suprimir este post a la vuelta (por eso dejé desactivada la opción de incluir comentarios en él),
pero me parece bien que quede como una etapa más en este viaje.
Con sus descansos y sus caminares. Con sus idas y venidas, sus marchas y sus pausas.
Y el camino sigue haciéndose de nuevo, con cada paso.